En la antiguedad existía toda una tradición de personas dedicadas a la adivinación. De todo eso ha quedado una idea de la superstición, cayendo así el significado de la palabra vidente como algo que en nuestros tiempos es propio de chiste. El negocio del tarot ha provocado que algo que vivía en las catacumbas pase a ser un sistema publicitario y empresarial de primer orden.
Existen muchas consultas de tarot que nos ofrecen la posibilidad de predecir el futuro. Sin embargo nada de eso está relacionado con el significado más tradicional. Actualmente hablamos de negocio y no de arte, y si antes podíamos decir que era superstición actualmente nos da la sensación de que no todo es oro lo que reluce. Perdemos significados tradicionales, herencias que no sabemos ya cómo transmitir.
Como en todo, perdemos la poesía.
El árbol bello crece a la luz del alba,
dura escarcha encadena sus ramas.
Su corazón constante, fiel a las estaciones,
aunque el tiempo se vuelva frío no se marchitará.
Una mujer adorable, tan lejos,
centellea en la niebla brumosa.
Más de una vez sueño mientras pasan los meses y los años,
silbo largamente para atravesar los torbellinos.
Estiro el cuello para escudriñar el horizonte
como una flor que busca el Sol.
Poesia anonima china
